Pasos esenciales para un noviazgo feliz

Conocerse, comprenderse, confiarse, ser abiertos y sinceros, buena comunicación, amor y cortesía, fidelidad y perdón, crecimiento espiritual y aliento mutuo son esenciales para fomentar una relación sana y perdurable.
Conocerse mutuamente
Es preciso llegar a conocerse mutuamente, conocer los diferentes estados de ánimo, la manera de pensar, interiorizarse en la educación y los gustos del otro; saber qué es lo que piensa en cuanto a la relación con Dios, la cantidad de hijos, etc. Y también será bueno conocer a la familia del futuro compañero de la vida.
Comprenderse mutuamente
Hay que conocer la manera de pensar y de actuar de la otra parte, estudiar sus reacciones, su razonamiento, y tratar de comprenderlo. Es importante tener paciencia, amor, y tratar de ponernos en el lugar del otro para comprender de una mejor manera lo que nos está queriendo decir. Esto no significa que debemos dejar de lado nuestro testimonio, o correr los límites dando lugar al pecado en nuestra vida.
Confiarse mutuamente

Cuando no hay confianza sino sospechas, celos, inseguridad, ansiedad y dudas, es señal de que la relación está mal encaminada. Muchas veces esa actitud de celos termina en violencia o bien en el fin de la amistad. Cuando en una pareja no existe confianza mutua, es señal de que en su lugar existe lo que la Biblia llama una relación “en la carne.” Esto no se refiere al aspecto sexual sino al ser humano sin el control interno de Cristo. Cuando no hay confianza en la pareja es porque uno, el otro o ambos no están caminando bajo la guía del Espíritu Santo de Dios. Puede ser también indicación de que esa relación no está dentro del plan de Dios. La Biblia declara: “En el amor no hay temor” (1º  Juan 4:18).
Abiertos y sinceros

Es necesario ser honestos, sinceros, abiertos y transparentes. Si pretendemos ser lo que por cierto no somos, estamos mintiendo descaradamente. Tengámoslo presente.
Tu noviazgo y matrimonio serán experiencias fantásticas si hoy mismo resuelves, de una vez para siempre, que ya no tendrás cosas que esconder.
El hecho de ser abiertos y sinceros es uno de los grandes secretos para afirmar un noviazgo y echar cimientos sólidos para un hogar cristiano feliz.
Buena comunicación
Colosenses 4:6 dice que nuestro hablar debe ser lleno de gracia. En una buena amistad, nada es mejor que conversaciones positivas y edificantes.
A menudo las relaciones entre un muchacho y una chica se concentran en la demostración de afecto físico.
Pero en el noviazgo el punto de atención debiera ser aprender más acerca de los intereses del otro, la familia, los amigos, los sueños, algunas de las prioridades y el caminar con el Señor.
Amor y cortesía
El amor no es una opción; es la base; es el fundamento. El amor no es algo ideal sino real, y se controla por medio de ciertas leyes y mandamientos divinos. Amor es sacrificio voluntario. Amor es dedicación de tiempo. Amor es preocuparse por el bienestar de la pareja. Amor es no hacer demandas egoístas. Amor es no hacer nada que dañe a nuestra pareja .En 1º Corintios 13:4-7 vemos la descripción de este amor:“El amor es sufrido, es benigno; El amor no tiene envidia,  no es jactancioso, no se envanece, no es indecoroso, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor,
no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”. La cortesía es una señal del verdadero amor que proviene de Dios. En 1 Corintios  13:5 el apóstol Pablo dice que el amor no es egoísta ni grosero. Todo lo contrario. El que ama da a la otra persona sin esperar recibir.
Perdón
Al ponernos de novios no lo hacemos con una persona perfecta. De ahí que ambos tengamos que perdonarnos, pecados, errores, egoísmos y otras formas de comportamiento desconsiderado.
Hagamos que nuestro lema sea Efesios 4:31-32:
“Quítense de vosotros toda amargura, ira, gritería, y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”.
Crecimiento espiritual

Es importantísimo que ambos se edifiquen espiritualmente, orando juntos, congregándose y sirviendo al Señor en todo lo que puedan. Ocuparse de lo espiritual es la base, el fundamento sólido que luego ayudará a construir en el futuro un matrimonio feliz.
Alentarse mutuamente
Vivimos en tiempos donde muchas veces la crítica, las presiones, la competencia desanima, frustran y quitan el aliento a aquellos que están tratando de edificar su futuro. Con la gracia, la ayuda y la guía del Espíritu Santo debemos aprender a alentar y a animar a nuestro novio/a a superarse. Alentarlo a estudiar, a trabajar, a servir al Señor, etc.
“El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.” (Hechos 17:24-25).